Renovarse o morir en la industria vitivinícola

En frecuentes reuniones y eventos relacionados con la gastronomía y vinos, tengo el privilegio de coincidir con personajes de ésta industria con una experiencia que se remonta a décadas en diversos sectores: productores, importadores, distribuidores, chefs, sommeliers y restauranteros dentro de un largo etcétera. Siempre trato de escuchar atentamente sus valiosos comentarios, a menudo estamos de acuerdo aunque en otras ocasiones no.

Pero todos ellos coinciden en un concepto importante: el mercado del vino continuamente evoluciona. Y utilizo la referencia a través de los comentarios de ellos, porque conocen la historia con sus oscilaciones en un mar de cambios políticos, en cambios sobre la legislación de impuestos y por supuesto más de una crisis económica. Oscilaciones que entre muchos aspectos  influyen directamente en el mercado del vino.
Teniendo en mente éste concepto de la evolución del mercado, he visto la renovación o por lo menos cierto cambio en el tipo de vinos de algunas regiones vitivinícolas. España por ejemplo y en particular algunas bodegas de Rioja parece que le han apostado a nuevas variedades de uva y estilos con más fruta y menos barrica, o dejar la mezcla típica de la región para llegar al mercado con monovarietales que resulten fáciles de entender.

Matías Calleja Director Técnico Bodega Beronia

Me quedo pensando sobre, si los vientos actuales que impulsan las velas de las bodegas, de cierta manera nos harán perder apreciados estilos de vinos que desaparecerán del mercado con los años. Es una reflexión ambiciosa, pero para tener más elementos se requiere por lo menos de un periodo de unos diez años, así como seguirle de cerca la pista a ciertas bodegas clave. A partir de mi limitada experiencia con el vino, veo señales en que las grandes bodegas, aquellas que ven como un activo su conocimiento enológico respetan su estilo y en todo caso van abriendo nuevas líneas de productos con nuevas propuestas para otros tipos de consumidores, sin perder sus productos clásicos o emblemáticos.

Ésta es la impresión que quedó en mi mente después de la comida que tuvimos con Matías Calleja, Director técnico de la bodega riojana Beronia. Empresa que forma parte del grupo González Byass, en el estupendo restaurante D.O. del chef español Pablo San Román. Ocasión en dónde charlamos largo y tendido de las diferentes bodegas del grupo González Byass en España y ya con más detalle de las nuevas líneas de vinos que llegan al país en búsqueda de nuevos consumidores.

En palabras de Matías Calleja, Beronia es una bodega que respeta la tradición, sin embargo hace un esfuerzo en investigación y desarrollo para proponer vinos acordes con las corrientes actuales. Quizás al cliente promedio el tema sea secundario:  Tal vez únicamente le interese saber que son excelentes vinos de Rioja a precios muy accesibles y con diferentes líneas con niveles acordes de complejidad aromática y expectativa de guarda. Pero éste tema de actualizarse y proponer nuevas cosas es vital para una bodega vitivinícola hoy día y Beronia se está aplicando al respecto.

González Byass en España

Matías Calleja nos compartió un poco de la historia de la bodega: fundada en 1973 por un grupo de amigos empresarios, se ubica en la región de Rioja Alta. La fruta para la elaboración de sus vinos se selecciona en 850 has de viñedo en dónde se cosecha tempranillo, graciano, mazuelo y viura. Con un énfasis en su visión hacia el futuro, Matías Calleja comenta lleno de orgullo el éxito de su línea de monovarietales que vienen a complementar su oferta de vinos de un corte más clásico en diferentes países.

La selección de las variedades corresponde a estilos particulares, respetando la tipicidad de cada uva por supuesto, pero además jugando con la inclinación hacia la frutalidad o complejidad en función de la genética de cada variedad que se cosecha en los suelos arcillosos calcáreos de su propiedad asentada próxima a las instalaciones de la bodega en viñedos propios. Dónde de acuerdo a Matías Calleja se aplican técnicas amigables al viñedo evitando el uso de agentes químicos para evitar enfermedades en la vid, así como tratando de crear los vinos de la forma más natural posible.

Estupendamente armonizados con los deliciosos platillos creación del chef Pablo San Román, estos principios de renovación enológica se fueron mostrando a través de las diferencias de cada vino orientados a diferentes tipos o estilos de consumidor.

Matías Calleja con el Chef Pablo San Román

Parece que en la industria del vino, a pesar de su tradición milenaria, el adagio de “renovarse o morir” es más cierto que nunca. Tal vez, siempre ha sido así: adaptándose a situaciones catastróficas como la plaga de la filoxera, cambios en las legislaciones pertinentes, la aparición y desarrollo de  nuevas tecnologías (recordemos la aportación de  Luciano Murrieta, Camilo Hurtado de Amézaga o Rafael López Heredia a los métodos de producción de vinos en Rioja en el siglo XIX), o simplemente se ha visto obligada a cambiar para seguirle el paso al apetito de los consumidores en cada época. El caso es que ahora más que nunca se buscan nuevas propuestas para crecer y para desarrollar nuevos mercados.

Ciertamente habrá algunas propuestas mejores que otras, muchas incluso destinadas a desaparecer. Sin embargo, nosotros los amantes del vino podemos disfrutar ahora de nuevas opciones además de las líneas de corte clásico. El tema es atreverse a evaluar nuevas propuestas.

Cada vez que escucho a alguien por ahí afirmando categóricamente que ya “tiene” su estilo de vino preferido y que no lo cambia por nada, esbozo una sonrisa pensando en todo lo que se está perdiendo ésta persona. Porque así como diversa es la gastronomía y los momentos oportunos para descorchar un vino, es diversa la necesidad de encontrar el vino perfecto para cada ocasión y para cada platillo. Esta postura (la de un estilo “fijo”) me parece tan limitada, como si un pintor se aproximara al lienzo teniendo en su paleta un poco de pintura… tan sólo de un color.

En la siguiente entrega la descripción de la estupenda comida del Chef Pablo San Román y de las características de los diferentes vinos de Beronia, los cuáles nos proporciona una gama interesante de estilos y todos ellos además a excelente precio. Tal parece que algunas bodegas están haciendo su tarea y la están haciendo muy bien.

¡Salud!
Dr. Salsa

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Comentarios

  1. Dr. Salsa:

    Hay muchas bodegas clásicas que han abierto nichos con vinos modernos, como Muga, con su Torre Muga, Herederos del Marqués con Barón de Chirel, Bodegas Riojanas con su GRan Albina o Viña Real ´con su Reserva 100% tempranillo. De las pocas que no han sucumbido a la modernidad, son López Heredia y Rioja Alta S.A. Mientras sigan con sus clásicos, estamos del otro lado, malo sería que cambiaran por completo y sólo se quedaran en lo moderno.

    Saludos

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  2. Hola Benjamín,

    Totalmente de acuerdo amigo, mientras haya la opción de vinos de diferentes estilos y grados de complejidad, el panorama se enriquece. En caso contrario, sería una tristeza...

    Por lo pronto, a disfrutar de las opciones interesantes de cada región.

    Saludos

    Dr. Salsa

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