SED de México: Abanico de posibilidades

Grande fue el evento y mucho mayor fue el privilegio de participar en ésta reunión sin precedentes de bodegas, enólogos, distribuidores, chefs, sommeliers, restauranteros y medios de comunicación el cuál se llevó a cabo el caluroso sábado 22 de Mayo en la Plaza de Toros México bajo el nombre SED de México.

Fue una fiesta cuyos protagonistas fueron el vino mexicano y la gastronomía nacional.

Tal y como ha comentado Pilar Meré, Coordinadora del Comité del Vino Mexicano del Consejo Mexicano Vitivinícola, el objetivo del evento fue incentivar a los participantes de toda la cadena de valor, desde la producción hasta los puntos de venta y centros de consumo a reconocer la amplia propuesta del vino nacional y fomentar su consumo en los diferentes espacios disponibles, apoyándolo cada quien en su posición en la cadena.



De todo para todos: diversidad del vino mexicano

Este evento fue regocijante en varios sentidos, lo más importante fue constatar una realidad de la industria del vino nacional: ha crecido y viene cada vez con más fuerza y determinación a conquistar los paladares dentro y fuera del país.

Alrededor del ruedo, en las carpas colindantes de bodegas grandes y pequeñas se podían degustar de manos de sus propietarios, enólogos y winemakers las propuestas de cada empresa, constatando la pasión que le ponen estos emprendedores a la ardua labor de crear buen vino. Ahí estaban mesa con mesa: Adobe Guadalupe, Barón Balché, Bodega de la Hacienda de Letras, Bodegas de Santo Tomás, Bodegas Ferriño, Bodegas San Rafael, Casa Madero, Casa Pedro Domecq, Cavas Freixenet de México, Cavas Valmar, Château Camou, El Mogorcito, Finca Monasterio, L.A. Cetto, Mogor Badan, Monte Xanic, Pasión Biba, Rincón de Guadalupe, Roganto, Santa Úrsula, Tanama, Valle Redondo, Villa Montefiori, Vinart, Vinos Bibayoff, Vinos MD, Vinos Moebus, Vinos Palafox, Viña de Liceaga, Viñedos Buena Fé, Viñedos de Lafarga, Viñedos La Redonda, Viñedos Santa Ana, Viñedos Santo Domingo y Xecue entre otras.

Vista del ruedo con las carpas de las bodegas

Las casas de mayor tamaño tenían varias líneas de vinos, estilos y cepas a ofrecer, había empresas que presentaron dos, tres etiquetas, pero no por ello menos valiosas, ya que con su estilo artesanal y de producción muy limitada, le apuestan más a la calidad que al volumen encontrando sus nichos propios.

¿Qué significa esta diversidad de propuestas al consumidor promedio?, me parece que le ofrece versatilidad a los consumidores porque hay vinos de precios muy accesibles de calidad razonable, así como vinos mucho más complejos, sutiles y bien logrados a diferentes precios. Esta diversidad también se presenta en la calidad, atrás han quedado los días en que habían vinos mexicanos de dos tipos: los muy baratos pero de baja calidad o los vinos “Premium” de altísimo precio.

Ahora prácticamente todas las bodegas, han visto oportunidad entre estas dos gamas de vinos y ofrecen productos con interesante balance entre precio y calidad.

Bodega San Rafael sirviendo el Pasión Meritage

Esta diversidad era evidente conforme se iba recorriendo el “ruedo”: vinos artesanales de producción muy limitada, vinos jóvenes y afrutados, vinos intensos en aromas y sabores, vinos más pulidos, vinos frescos, vinos corpulentos, vinos tánicos, vinos dulces, simplemente más opciones de las que un paladar puede degustar en una tarde.


La gastronomía y el vino mexicano.

El tema de la gastronomía nacional fue el otro protagonista de este gran evento, desde el acceso principal el visitante tuvo la oportunidad de agasajar sus sentidos con un “mercado” dispuesto en la manera tradicional mexicana, con productos orgánicos que estaban relacionados con los sabores y aromas comúnmente encontrados en los vinos.

Dado que una parte fundamental del vino es su maridaje, se le dio gran importancia a la gastronomía en el evento demostrando que esta diversidad de platos de la comida mexicana puede encontrar un buen maridaje entre tantas opciones disponibles.

Mmm deliciosos postres de cítricos y flores

A media tarde empezó un desfile de coloridos tablones con los platillos preparados para la ocasión por los chefs de reconocidos restaurantes, empresas de catering y escuelas gastronómicas. Festín que detalladamente describe Alicia Gironella De’Angeli colaboradora del diario El Universal, en su artículo “Desarrollo de la corrida Sed de México”, de los cuáles tuvimos el privilegio de disfrutar algunos platillos esa tarde, de los que recuerdo: tamal de cazuela de polenta y cordero , tostadita de marlin en escabeche yucateco, chilapita de cebiche naranja, itacate de hongos, mixiote de conejo, hojaldra de pollo con mole negro y postre de cítricos, flores y frutas que estuvieron deliciosos.

Toda esta colorida fiesta de vino y comida mexicana fue amenizado con música de DJ, música bailable de estilo cubano que tendré que decir me encantó y hasta mariachis para cerrar con broche de oro esta gran reunión de bodegas vinícolas.



Perspectivas del mercado del vino mexicano

Otro aspecto interesantísimo del evento fue el encuentro con los propietarios y enólogos de las bodegas que acogieron a los visitantes como amigos, y cada uno de ellos compartieron la enorme pasión que aplican a cada uno de sus vinos, y quedó manifiesta la dimensión social de esta industria, ya que cada proyecto representan empleos para muchas familias en cada una de las regiones.

Lui Hussong: “El único sueño es que algún día todo el vino, no sólo el nuestro, sino todo el vino mexicano sea bandera como producto de calidad de México en el mundo”

A lo largo del evento, el tiempo rápidamente se escurrió entre saludos y charlas con enólogos, sommeliers, amigos de otros medios, propietarios de las bodegas, tratando de recuperar la perspectiva de cada uno de ellos del vino mexicano y su futuro.

Además de la diversidad el otro factor común que encontré fue la pasión de los productores. Muchas bodegas le están apostando al futuro de los valles, cada uno con su propuesta particular. Como lo comentó Luidwig Hussong, a quien todos llaman amablemente “Lui”. Joven enólogo de la bodega San Rafael, egresado del Napa Valley College en dónde cursó un programa de enología y gastronomía, bajo la tutela de la Dra. Geraldine Ritchie: “El único sueño es que algún día todo el vino, no sólo el nuestro, sino todo el vino mexicano sea bandera como producto de México en el mundo” afirmó el joven ensenadense.

Charlando sobre cómo invitar a nuevos consumidores de vino a deleitarse con vino mexicano, Lui comentó: “Que crea [el consumidor] en nosotros, la verdad le estamos echando muchas ganas los productores de Ensenada, muchos somos pequeños y familiares, hay que apostarle al vino mexicano y estoy seguro que se llevarán una super grata sorpresa”.

Con respecto a la evolución del mercado, Ricardo González Cruz, propietario de la bodega Vinos Tanama, ganador de varias medallas en concursos con el vino “Californio” 2003 y 2004, comentó: “Qué den el paso [los consumidores], la verdad es que hay 1500 etiquetas nacionales que se producen en cerca de 70 casas vinícolas y que están ganándole terreno a las importadas y en el exterior estamos ganando medallas y también se está exportando el producto, esto demuestra su calidad”.

Los protagonistas de tarde


¿Qué se puede hacer para apoyar al vino mexicano?
Una pregunta recurrente en charlas con propietarios de bodegas, enólogos, ingenieros agrónomos, en cada foro que participo y a la que he encontrado diferentes puntos de vista. La verdad el tema es complejo y arrastra tradiciones y formas de negocios que serán difíciles de cambiar, pero en todos lados encuentro optimismo al respecto.

Retomando las ideas que Carlos Valenzuela expresó en su Editorial “Tenemos Sed de México”, coincido con Carlos en todos los conceptos: hay que propiciar la creación de eventos similares pero abiertos a todo público, sobre todo para aquellos que no conocen de la calidad del vino lo puedan constatar en su paladar.

Promover el consumo del vino mexicano en los restaurantes, y acá habrá que buscar nuevas fórmulas ganar-ganar, en los que tanto distribuidores y el sector restaurantero le vean más provecho a largo plazo de listar las bodegas nacionales en sus cartas, también va de la mano exigir a los distribuidores políticas justas de precios.

Hacia el exterior, sin duda la creación de marcas colectivas que permitan a todos los productores, sobre todo los pequeños llevar su producto más allá de las fronteras. Las marcas de “Vinos de España” o “Burdeos a tu alcance” es una forma de crear nuevos canales de distribución para los vinos de sus respectivos países.

Yo añadiría, tal y como sugirió una amiga propietaria de una tienda especializada, crear un programa de difusión del mercado mexicano en las escuelas de gastronomía a lo largo y ancho de la república mexicana, para que sean ellos los embajadores de los productos que lo merezcan en términos de calidad.

Del lado de los consumidores, me parece que tan solo con darle oportunidad a los vinos mexicanos es un gran paso, muchos argumentarán que los precios no están accesibles, pero hoy día es cuestión de buscar, habrá más de un vino Mexicano que cumpla una buena relación de precio y calidad. La mayor parte de la gente que conozco, conforme se van quitando prejuicios sobre los caldos nacionales, escucho de su parte la grata sorpresa de encontrar vinos muy buenos, a precios razonables.

Quiero agradecer a Mauricio Parra de Vinoclub cuya charla nos ayudó a entender mejor la realidad del vino mexicano, y de quien sin su apoyo no habríamos tenido acceso a este evento. También a Abel Bibayoff y Ricardo que nos recibió como amigos en su estancia en la ciudad de México. A Roberto de la Parra cuya extensa e interesantísima charla sobre la evolución de la gastronomía nacional fue grandamente enriquecedora.

A todos los representantes de las bodegas, y por supuesto a los alumnos de la Escuela Superior de Turismo y Gastronomía, del Centro Universitario CEDA de Ecatepec que se rifaron esa soleada tarde para atender a cerca de dos mil invitados. También a todos los chefs y coordinadores de la parte gastronómica. Y finalmente al Consejo Mexicano Vitivinícola quienes se aplicaron en la organización de un evento de este tamaño y creo que les quedó muy bien, aunque como siempre, dejó con mucho aprendizaje para mejorar en futuros puntos de encuentro.



Más que el inicio del vino mexicano de calidad, me parece que este evento demuestra el gran avance que ya se tiene. Faltará mucho que hacer por parte de todos, sin embargo la mejor parte es que el vino mexicano aún tiene mucho futuro y creo que todas estas nuevas propuestas tanto de las grandes empresas como de los proyectos familiares, están aportando nuevas ideas y un dinamismo que impulsa a toda la industria hacia delante, cuyos beneficiarios somos nosotros: los apasionados por el vino.

Tal como lo definió Carlos Valenzuela, como “consumidor crítico” no dejes de darle oportunidad al vino mexicano: “Cuando pienses en vino, decide por México”.


¡Salud!
Dr. Salsa.




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El Vino Mexicano, desafíos y oportunidades: Viticultura Unida 2009


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Más información sobre SED de México:

Videoentrevistas de Turística Gourmet a los participantes de SED de México

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Comentarios de Rafa Ibarra: Magno evento enológico y gastronómico


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Video Sed de Mexico Vinos Valle Redondo 2010


Consejo Mexicano Vitivinícola

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