La #Catasabatina visita "El Taller" de Nación Gastronómica

Los Angeles de Robert, parte del staff de Nación Gastronómica


¿Has sentido que cuando compartes algo bueno se multiplica el placer de disfrutarlo?, estoy convencido de ello en muchas cosas pero en especial el placer multiplicado de compartir el vino: El deleitar el olfato con aromas de diferentes tipos y después percibir una experiencia de sabores, aromas y texturas en cada sorbo es digno de compartirse. También se puede aderezar el momento con vino como punto de partida de una charla amena: que si es mejor o peor que aquel otro vino, sobre los recuerdos que ésta bebida te trae a la mente, etc. y así se convierte en un ingrediente más de una convivencia social agradable e inolvidable.

Esta interacción interpersonal, experiencia de aprendizaje y el deleite encuentran su espacio ideal en el Taller de Nación Gastronómica, un concepto creado por Alejandro Zárate Vega y Roberto de la Parra en la zona Polanco de la Ciudad de México.

Alex y Robert combinan sus perfiles y experiencia para crear juntos un área multifuncional que podría ser descrito como un pequeño “parque de diversiones… gastronómicas”.

Alejandro Zárate es un periodista gastronómico que colabora en diversas publicaciones especializadas desde hace ocho años, entre las cuáles se cuentan Chilango Gourmet, Esquire, Gente y The Happening entre otras, también es autor del libro “Crónicas de Vino y Pipirín con comida mexicana” un divertido texto que explora con todo despapacho (y hasta osadía, diría yo) propuestas de maridaje de vino y gastronomía típica mexicana. Alex si no está recorriendo de alguna región vitivinícola de fama mundial, anda degustando los platillos en restaurantes galardonados con estrellas Michelin, o simplemente anda en búsqueda de nuevas propuestas gastronómicas en los mejores restaurantes de todo México.

Roberto de la Parra le proporciona un poco de estructura al proyecto a través de su amplia experiencia en las áreas de innovación y desarrollo de negocios de una de las principales corporaciones internacionales de alimentos, y además Robert también es egresado de una prestigiada escuela gastronómica.

Alex y Robert combinan sus perfiles y experiencia para crear juntos un área multifuncional que podría ser descrito como un pequeño “parque de diversiones… gastronómicas”.

Igual sirve para crear un taller de innovación de productos, como un espacio de integración para equipos de trabajo empresariales, como sala de presentación de productos, eventos de relaciones públicas y por supuesto para clases de cocina. Combinando las aportaciones de chefs invitados y los de casa, sumando su amplio conocimiento en vino y maridaje son, como ellos afirman: “artífices de experiencias”, y créanme, son experiencias inolvidables.

En el taller se han dado cita los más reconocidos enólogos mexicanos como Hugo D’Acosta, JOse Luis Durand, Paolo Paoloni, Alejandro Cabello, propietarios de bodegas y proyectos enológicos como Tru y Don Miller y las más reconocidas plumas que escriben sobre gastronomía y vinos como Sandra Fernández, Julio Chávez, Silvia Ayala y Claudio Poblete, Rodolfo Gerschman, Fabiola de la Fuente, Sophie Avernin y Pilar Meré.

Tuve el privilegio de conocer el concepto en un taller culinario organizado por la revista Chilango Gourmet y los vinos mexicanos de las bodegas Vinisterra y Montaño Benson, y desde esa ocasión quedé encantado con el concepto, porque en el taller no te dan deseos de permanecer sentado, lo que deseas es participar, crear, aprender y disfrutar.

El grupo de la #Catasabatina

Fue así como nos reunimos un grupo de amigos, autodenominados “#Catasabatina” (por el hashtag de twitter), todos vinculados a través de las redes sociales de Twitter y Facebook con un aprecio especial por la gastronomía y los vinos, nos organizamos para compartir esta experiencia en Nación Gastronómica.

Con la excusa del cumpleaños de Vinífero, nos dimos cita a medio día un sábado y empezó la aventura del taller en dónde el concepto fue diseñar un menú totalmente alrededor de parrillas al carbón.

Se descorchó el primer vino (un Firebird Legend Pinot Noir de Moldavia, se inició con un vino tinto porque los blancos y rosados habían sido seleccionados especialmente para el maridaje) y de inmediato se empezaron las tareas dentro de la cocina y en el jardín en dónde ya estaban preparados dos asadores.

@Garitoo descorchando el primer vino de la sesión

La dinámica consiste en que el grupo se divide las tareas, algunos fueron a preparar unos hongos portobello, otros a maridar los camarones al jengibre, uno más a preparar la mantequilla al eneldo, claro, todos bajo la supervisión y con los tips de las chefs de casa: Robert se hizo cargo de los asadores, mientras  las guapísimas Elizabeth Moreno y Mariana Mendoza revisaron al preparación del resto de ingredientes.

@Garitoo y @Vvinifera preparando los callos con tocino

Un principio importante del taller es la posibilidad de que salgas con nuevas ideas de platillos que puedas reproducir en casa, a través de productos que son fáciles de conseguir, fáciles de preparar y que puedan deleitar a tu familia e invitados. Así que no es un lugar en dónde tomes asiento a ver cómo trabajan los demás, en este espacio: “picas, hierves y aprendes”.

Rápidamente se fueron preparando en paralelo los diferentes ingredientes y poco a poco empezó el desfile a los asadores, las risas no dejaban de escucharse, y más adelante todos disfrutamos de los ocho deliciosos tiempos que preparamos entre todos.

Empezamos con una ensalada de espinaca con arúgula con cayo de hacha rociados con  flor de sal provista por “La Pizca” de sabor de "flores de jamaica", envueltos en rollitos de tocino, cubiertas por granos de “falsa granada” (tapioca) y supremas de naranja que se armonizaron excelentemente con el vino rosado Uriel de Adobe Guadalupe.
La Flor de Sal de La Pizca de diferentes aromas: azafrán, jamaica, vino tinto, vainilla, etc.

La ensalada, el primero de muchos tiempos

Después continuamos con una deliciosísima pasta con camarones al jenjibre con ralladura de lima pasados por el grill, montados sobre noodles de arroz con leche de coco con unas gotas de aceite de ajonjolí que le dio un toque oriental el cuál combinó muy rico con las notas cítricas de la ralladura de lima, una pasta que fue perfectamente armonizada con el frutal vino rosado Casa Madero V (que catamos en el podcast “La vie en rose”de Entre Copas y Corchos).

¡Brochetitas de camarón al jengibre listas!

Cocinando los camarones en el grill

Ahora si, preparando los noodles con un toque oriental

Después de la pasta, las sorpresas continuaron, al preparar una exquisita posta de salmón sobre cedro que se cocinó lentamente a las brasas cubiertas de una mantequilla al eneldo que maridaron de maravilla con el Monte Xanic Chenin Colombard, de sólo recordar la simplicidad del platillo pero la intensidad de sabores me quiero regresar a probar ese platillo.

 Postas de salmón con mantequilla al eneldo

Robert con el platillo y el vino para el maridaje el 
estupendo Nerone de Villa Montefiori

Más adelante fue el turno de una “parodia de arrachera”, es decir, cordero empacado al vacío maridado desde la noche anterior con aceite de oliva sin filtrar, romero, ajo y ralladura de limón Eureka. Un divertido concepto de Robert de la Parra quien comentó que deseaba ir más allá de la tradicional arrachera tan común en las parrilladas familiares, presentado algo con apariencia similar pero sin duda de delicado y distinto sabor.

El cordero con una guarnición de espárragos y hongos portobello con queso 
mozzarella gratinado más el vino Nerone de Villa Montefiori, ¡el paraiso en la tierra!

Esta “falsa arrachera” fue servida con exquisitos hongos portobello cubiertos con queso mozzarella gratinado con aceite de oliva, mezcla de especies de La Pizca (por supuesto, todo en el grill) acompañados con unos espárragos con un glace balsámico y aceite de oliva que despedían un aroma que invadió todo el taller. El plato fue una armonía de sabores y texturas en el paladar, realmente buenísimo.

Este exquisito platillo fue magistralmente maridado con el Nerone de Villa Montefiori un vino tinto monovarietal proveniente del Valle de Guadalupe de un viñedo plantado en 1998 con la cepa Aglianico, en lo que Robert comentó llamaría un plato “Tributo a Italia”.

En lo que se preparaban y se cocían el resto de platillos, nos dispusimos a disfrutar de un vino tinto Casa Madero 3V, y quizás el favorito de la velada: un Amarone de la Valpolicella de Farina DOC Classico. Suave, aterciopelado y con ricos aromas a frutas maduras, muy recomendable. El vino chileno Canepa Finísimo Cabernet que yo aporté a la reunión creo que se defendió bastante bien y más adelante salió un Arboleda Cabernet también bastante bueno.

Claudia (@claugennko), Luix (@Vinifero) y Georgina (@VVinífera)

Más adelante siguió una muy grata sorpresa, al degustar unos aros de calamar asados a la parrilla montados sobre una pasta de cacahuate que estaban deliciosos. Una excelente armonía de sabor y un poco de contraste en texturas.

“Vitis Vinífera” estaba entregada totalmente en las labores de la cocina y ciertamente ya no pudo degustar algunos vinos, pero se le veía ¡tan contenta preparando las brochetas de camarón y espárragos para pasarlos por la parrilla!, así como preparando la pasta para la pizza, ¡y vaya que fue una pizza deliciosa!.








El proceso de preparación, cocción y el delicioso resultado


La pizza fue una versión “evolucionada” de una Margarita, cubierta con pimientos asados al grill, queso mozzarella, rebanadas de jitomate y un delicioso pomodoro preparado por Mariana, Eli, Vitis Vinífera y seguramente alguien más que se me escapó a la vista. Fue una auténtica delicia maridada con un exquisito vino blanco Barranc dels Closos de la región de Priorat, un vino que vale mucho la pena, una joyita que encontró Robert en los club de precios Costco.

¿Ustedes creen que ahí terminó el taller?, ¡para nada!

Tere, Rolando y Sergio cuidando las costillitas

Continuaban las labores en la cocina, en los asadores, en la zona de vinos, todos como una maquinaria perfectamente aceitada (o quizás deba decir, envinada), todos estaban participando en alguna tarea y después de la parrilla salieron unas deliciosas costillas de cerdo con costra de especies y vinagre balsámico con mostaza dijón acompañadas de tortitas de camote y arroz con raíz de azafrán que fueron una delicia al combinarlos con el Rafael de Adobe Guadalupe, uno de mis vinos favoritos de una de mis bodegas mexicanas favoritas.

 El line-up de la sesión

Había llegado el momento del postre y para ello, Eli nos sorprendió con unos kiwis amarillos asados con azúcar moscabado y un chorrito de Chenin Colombard de Monte Xanic.

Las guapísimas Eli y Mariana dando los toques finales a los kiwis amarillos


¿Y ustedes creen que ahí finalmente había concluido la velada?, pues no, Vitis Vinífera le obsequio un pastel de chocolate a Vinífero que se compartió entre los amigos. Eso si, el  pastel no fue pasado por el grill.



Satisfechos, un poco cansados pero eso si, muy contentos, todos en el grupo habíamos compartido una nueva experiencia que estoy seguro no se podrá olvidar fácilmente, habíamos sacado el pequeño chef que llevamos dentro y degustado vinos muy interesantes, pero sobre todo, se fortaleció una gran amistad.

Es por esa razón que “El Taller” es mi lugar favorito en la ciudad para aprender de gastronomía y vinos.

Yo los invito a que vivan esta experiencia en el Taller de Nación Gastronómica, ya sea para su empresa o para su grupo de amigos, el taller se adapta a sus necesidades y diseña la experiencia específicamente para cada grupo.

Desde hace unos meses Alex y Robert ofrecen un concepto más sofisticado con “The Cooking Club” en dónde a través de una asociación estratégica con Piacere, proveedor de cocinas de alta gama, realizan las llamadas “Experiencias Artidianas” que son experiencias similares al taller de “Dumas” pero para grupos más grandes en estas cocinas de alto nivel.


Quiero agradecer mucho a Robert de la Parra la hospitalidad en su cocina, así como el estupendo trabajo y alegría de Eli y Mariana que siempre estuvieron ahí con una sonrisa atendiendo al grupo y preparando deliciosos platillos. Alex por aquellas fechas estaba en París comprobando si la gastronomía del país galo se estaba defendiendo contra la decadencia (más adelante Alex me comentó que si se están defendiendo y que en ciertos restaurantes tienen un nivel excepcional) y no pudo acompañarnos en esta divertida sesión.

Como dice Robert en su perfil de Facebook: “Un día dedicado a la meditación, admiración, agradecimiento, creación, inspiración, aprendizaje, convivencia, amistad, cariño, reflexión y degustación”, yo diría que sobre todo… a la degustación, ¡cómo no!

¡Salud!
Dr. Salsa

No te pierdas la galería completa de fotos de esta experiencia en la siguiente liga:
Galería de fotos de La #Catasabatina visita NGA


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Enlaces externos relacionados con esta nota:
Episodio 4 de Entre Copas y Corchos, La vie en rose!

Página Web de Nación Gastronómica

Condimentos Gourmet La Pizca

Bodega Adobe Guadalupe

Bodega Casa Madero

Bodega Villa Montefiori

Bodega Monte Xanic

Bodega Canepa

Bodega Arboleda

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